La campaña para eliminar el amianto, un material peligroso para la salud que puede causar enfermedades como cáncer, se extiende en el Ejército del Aire, que ya ha iniciado en distintas bases la retirada de elementos con fibrocemento, compuesto de fibras de amianto.
El Mando Aéreo de Canarias va a encargar a una empresa que tome muestras en instalaciones de las diferentes unidades, cuarteles y bases del archipiélago, para analizarlas y determinar si contienen amianto.
La empresa encargada deberá utilizar “herramientas de corte o golpeado manual que desprendan las mínimas fibras al ambiente, evitando en lo posible cualquier herramienta de fricción o abrasión. En caso de necesitar este tipo de herramientas, se utilizarán de baja velocidad de giro y se acoplarán aspiradores de polvo y partículas con filtros absolutos”.
Además, establece que “la zona de donde se ha extraído la muestra se deberá de fijar con productos encapsulantes que eviten la dispersión de fibras”. El mayor peligro del amianto es que los materiales que lo contienen se deterioren, o se rompan, de forma que las fibras de amianto se dispersen en el aire y de esta forma lo inhalen las personas que allí trabajan.
El Ejército del Aire ha definido las instalaciones en las que se van a tomar muestras para averiguar si están contaminadas con amianto.
El plan es tomar muestras en 39 puntos, sobre todo en cubiertas, es decir, techos y tejados de hangares, talleres y otros edificios, pero también en bajantes, por ejemplo, que también es habitual que se fabricaran con fibrocemento.
La idea es detectar silicatos fibrosos que el Real Decreto 396/2006 designa con el término amianto, que de acuerdo con la identificación admitida internacionalmente del registro de sustancias químicas del Chemical Abstract Service (CAS) son seis: actinolita amianto, grunerita amianto (amosita), antofilita amianto, crisotilo, crocidolita y tremolita amianto.
En la base aérea de Gando (Telde, Gran Canaria), donde se ubican los cazas F-18 del Ala 46, se tomarán 18 muestras en diferentes edificios, principalmente en sus cubiertas.
Otra base aérea en la que se buscará amianto es el Aeródromo Militar de Lanzarote. Allí se deberán tomar muestras en la cubierta del edificio de automóviles, y en dos hangares; uno de ellos, en el que se alojan los drones Predator del Ala 23 (Talavera la Real, Badajoz), que tienen en Lanzarote una de sus bases de despliegue.
El Cuartel General del Mando Aéreo de Canarias cuenta con varias instalaciones. Se analizarán muestras, por si se detectaran fibras de amianto, en dos ubicaciones de Las Palmas de Gran Canaria.
Entre ambos cuarteles se tomarán 16 muestras, entre cocinas, trasteros, almacenes, cuartos de costura, de lavadoras y de bombonas, azoteas, un aljibe, sistemas extractores de aire...
Se analizarán puntos de la Residencia de Oficiales, del Pabellón de Suboficiales, del Estado Mayor del Mando Aéreo de Canarias, y también varios cuartos de la residencia del general jefe del Mando Aéreo de Canarias.
También se pretende determinar si hay contaminación de amianto en las instalaciones del Escuadrón de Vigilancia Aérea (EVA) nº 21, que acoge un radar y otros sistemas de detección y vigilancia del espacio aéreo español en las Islas Canarias.
Allí, en sus instalaciones de La Vega de San Mateo (en la isla de Gran Canaria), se tomarán muestras en el edificio técnico y en el hangar de motores.
El Ejército del Aire ya inició hace meses el procedimiento para “encapsular” varias cubiertas de hangares de la base de Gando, por estar compuestas de fibrocemento y por tanto tener amianto.
Trabajos similares ha comenzado en otras bases, como el Aeródromo Militar de León (en La Virgen del Camino), donde se ubica la Academia Básica de Suboficiales; la base aérea de Villanubla (Valladolid), que acoge el Ala 37; y, sobre todo, la base de Torrejón de Ardoz.
En Torrejón se detectó amianto friable en las tuberías de conducción de agua caliente para la calefacción.
En esa base se han iniciado distintos trabajos para retirar fibrocemento con amianto.
Además, se han encargado análisis de la presencia de fibras de amianto en suspensión en el aire, que es el mayor peligro para la salud de los militares y civiles que trabajan en la base.
De igual forma que se va ahora a buscar amianto en las instalaciones del Mando Aéreo de Canarias, y se ha hecho en Torrejón, también se lanzó un contrato para determinar la posible presencia de este compuesto cancerígeno en la base deCuatro Vientos (Madrid), que entre otras unidades acoge los helicópteros del 402 Escuadrón de Fuerzas Aéreas, del Ala 48, aquellos en los que viajan autoridades como el rey y el presidente del Gobierno.
Fuente: www.autonomico.elconfidencialdigital.com
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