Sólo era cuestión de semanas, con la gotera constante de nuevos casos de afectados por amianto. Así, Julián M., de 60 años ha sido el primer trabajador de Metro de Madrid con una enfermedad profesional por la exposición a fibras procedentes de este mineral que ha presentado una demanda ante los Juzgados de lo Social para reclamar al suburbano una indemnización de 395.602 euros, avanzó ayer Efe.
Para el cálculo se ha aplicado el baremo de accidentes de tráfico, atendiendo a la edad del trabajador, la gravedad de la enfermedad que sufre, las secuelas derivadas de la misma y la incapacidad permanente absoluta que tiene declarada como consecuencia de la patología, explicó su abogado, Fernando Morillo, del despacho de abogados Bercovitz-Carvajal.
El demandante comenzó a trabajar en 1979 en mantenimiento de Metro de Madrid, como mecánico de material móvil, y permaneció toda su vida laboral en la compañía. Durante su labor estuvo en contacto con «unos elementos que estaban compuestos de amianto, sin que le facilitaran ningún tipo de medida de protección, en ningún momento, ni siquiera una triste mascarilla», señaló Morillo. Como consecuencia de la enfermedad profesional, según el letrado, el trabajador estuvo en situación de incapacidad temporal desde junio de 2017 hasta que el Instituto Nacional de la Seguridad Social le reconoció la incapacidad laboral permanente el 12 de marzo de este año, previo informe de un Equipo de Valoración de Incapacidades.
Hasta el momento, cuatro trabajadores de Metro de Madrid
uno de ellos el demandante han sido diagnosticados con una enfermedad profesional relacionada con su exposición al amianto, un material nocivo para la salud cuya fabricación, utilización y comercialización está prohibida en España desde 2002. Uno de ellos falleció el pasado 24 de mayo. Antonio Morán era un oficial de mantenimiento de ciclo corto del suburbano madrileño a quien se le reconoció la enfermedad profesional el pasado 20 de abril y que estaba de baja laboral desde el 9 de junio del año pasado por asbestosis.
Desde el suburbano insisten en que en la actualidad «no existe riesgo de exposición ni para trabajadores ni para usuarios» y confirmaron ayer a este diario que no habían recibido la demanda. La compañía va a hacer reconocimientos médicos a 1.000 trabajadores en lugar de a los 470 previstos inicialmente para descartar cualquier problema de salud relacionado con la presencia de amianto y ofrecerá a toda la plantilla la posibilidad de someterse a estas pruebas de forma voluntaria. Así lo acordaron el pasado 31 de mayo la dirección de Metro y los sindicatos que participan en la comisión de seguimiento de la estrategia de acción para la gestión del amianto en el suburbano madrileño.
Fuente: www.larazon.es
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