La ordenanza de rehabilitación de viviendas, que tramita el Ayuntamiento de Donostia desde el pasado mes de mayo, incluirá subvenciones para aquellas comunidades de vecinos que deseen retirar materiales peligrosos de sus edificios como, por ejemplo, el amianto. Esta es una de las novedades de la nueva normativa, que aprobó ayer el Gobierno municipal y que deberá ser ratificada por el Pleno, posiblemente de mayo, tras lo cual entrará en vigor de modo inmediato. La última redacción de la norma incluye algunas de las 48 propuestas ciudadanas presentadas.
El concejal de Urbanismo, Ricardo Burutaran, dio a conocer ayer los detalles de la ordenanza, que unifica otras normativas anteriores como la destinada a rehabilitar zonas en declive como la Parte Vieja, Sagüés, Loiola, Amara Zaharra y parte de Herrera-Altza y la de instalación de rampas y ascensores. La nueva regulación permitirá que toda la ciudad se acoja a ayudas a la rehabilitación, no solo los barrios anteriormente citados, para lo cual el presupuesto de este año destina 1,5 millones de euros, medio millón menos que en 2013.
La nueva norma trata de reorientar las ayudas hacia objetivos de sostenibilidad y eficiencia energética, de modo que los inmuebles puedan mejorar su estado de conservación y también reducir sus consumos de gas y electricidad. Además, incluye ayudas máximas de 20.000 euros para eliminar materiales peligrosos en la construcción de los inmuebles y de hasta 16.000 para implantar energías alternativas como las térmicas y las fotovoltaicas. La colocación de nuevos sistemas de calefacción, electricidad o agua caliente contará con las mismas ayudas.
La normativa prevé también la posibilidad de recibir subvenciones para la rehabilitación estética de fachadas que estén catalogadas por sus peculiares valores. Esta opción tendrá una ayuda del 5% del coste total de la obra, con un máximo de 6.000 euros.
no más de tres viviendas El articulado que será aprobado por el Pleno no solo contempla subvenciones para los edificios y comunidades sino, también, para las viviendas individuales. Sin embargo, marca algunas limitaciones para recibir las ayudas como, por ejemplo, que quienes las solicitan no tengan más de tres viviendas y que sus ingresos no superen los 150.000 euros al año.
Este apartado destinado a los elementos privativos de los edificios -que corresponden a los propietarios de las viviendas, no a las comunidades- destina ayudas para mejorar el aislamiento de las viviendas mediante la colocación de materiales aislantes en la tabiquería, así como en la sustitución de los suelos y los techos. También prevé aportaciones para mejorar las viviendas ocupadas por personas mayores de 70 años o con movilidad reducida, gracias a la reforma de los baños o la implantación de sensores de luz.
EDIFICIOS
Materiales peligrosos. La retirada de materiales peligrosos como la uralita, que contiene amianto, tiene ayudas de hasta el 20% del coste, con un máximo de 20.000 euros.
Energías alternativas. La implantación de energías alternativas para lograr una mejor eficiencia se subvencionará con un 20% del coste, con un máximo de 16.000 euros.
Calefacción. La instalación de calefacción, electricidad o agua caliente recibirá las mismas cantidades.
Ascensores y plataformas. La ayuda máxima pasa de 10.800 euros a 20.000 como máximo, con un 20% de la inversión.
VIVIENDAS
Aislamiento interno. Las subvenciones para lograr un mejor confort de la vivienda son del 20% de la obra, con un máximo de 2.000 euros.
Carpinterías. En los casos en los que el ruido dentro de las viviendas supere los 60 decibelios de día, y 50 de noche, existen ayudas para la sustitución de las ventanas. Ascienden al 20% de la obra con un tope de 2.000 euros.
Pisos vecinos. El Consistorio otorgará hasta 3.000 euros para mejorar viviendas vacías, con el compromiso de que los propietarios las destinen al alquiler.
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